lunes, febrero 04, 2008

Una caricia

Sorprendida por el recurrente pensamiento

De la caricia suave como brisa

que escapó desde tus dedos.

Resucitando la piel, que llevamos como vestido viejo.

Y en un instante descubrir,

lo inmaculado al ser tocado.

Así como el viento siente

los besos de los pájaros.

Imagino un sin fin

de posibles besos.

Donde lo profundo del océano

parece el cielo.

Y la armonía de caricias

se entremezcla con tu pelo.

Lujuria de miradas y este encierro,

que no permite al alma

recorrer tus venas.

Para nadar y dejar detrás la penas

Y oír el eco de suspiros,

como campanas.

Anunciando el renacer de los sentidos.

Perdidos tras los sueños sin dueños,

por el tiempo pasado,

creído desvanecido.


indianala